Así es como el amor por el diseño hoy, me aleja de la industria y me acerca a la artesanía. La confección de un vestido es un proceso artesanal que requiere mucha dedicación y que consta de muchos pasos. Cuando vemos las prendas colgadas en las tiendas desafortunadamente ignoramos lo que hay detrás, nos gratifica ver un precio bajo en un producto pero ignoramos el daño que estamos causando. De ahí el “Consumo responsable” al que apelamos muchos hoy día. Es por esto que en Petunia Wild solo confecciono lo que me piden para no crear excedentes. Muchos de los tejidos son de stock, trabajo con proveedores locales y lo hago todo en Madrid. Muchos de los acabados y bordados que ves en las prendas son totalmente artesanales. Valiéndome de la tecnología también me gusta ofrecer a mis clientes un trato directo donde tenemos la posibilidad de personalizar las prendas al gusto del cliente y crear vestidos realmente únicos. Creo que ha llegado la hora de tomar decisiones con conciencia, de elegir lo que realmente queremos dejarle a nuestros hijos. La moda lenta y personalizada es ya una urgencia.